Un estudio de comunicación cerebral realizado en la Facultad de Medicina de Harvard ha probado que la interacción extrasensorial de cerebro a cerebro no sólo es posible, sino que además puede viajar sobre grandes distancias y superar diferentes senderos de la mente.
El estudio, conducido en coautoría con Pascual-Leone, Director de Berenson-Allen Center for Noninvasive Brain Stimulation en Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC) y profesor de neurología en la Facultad de Medicina de Harvard, encontró satisfactoriamente que la información puede ser transmitida entre dos cerebros intactos en una distancia alrededor de 8.000 kilómetros.
En un destacado artículo de Smithsonian Mag:
Un equipo de investigación internacional desarrolla un modo de decir “¡hola!” con la mente.
Es un experimento reciente. Una persona en la India dijo “¡hola!” y “¡chao!” a tres otras personas ubicadas en Francia. Actualmente, no parece una hazaña sorprendente comunicarse a tan larga distancia, sin embargo, los saludos no fueron escritos ni hablados. La comunicación en cuestión ocurrió entre los cerebros de un conjunto de sujetos de estudio, marcando uno de los primeros casos de comunicación cerebro a cerebro de la historia.
El equipo, cuyos miembros vienen del Instituto Starlab, la firma francesa Axilum Robotics y Harvard, publicó sus estudios a principios de Noviembre del 2014 en el diario PLOS One. Pascual-Leone espera que esta y la próxima investigación en el campo proporcionen una nueva manera de comunicación para las personas con trastornos del lenguaje.
“Queremos mejorar la manera en que las personas se pueden comunicar ante las limitaciones propias del lenguaje. ¿Podríamos dejar de lado esas limitaciones y comunicarnos con personas discapacitadas verbalmente?”
El experimento de Pascual-Leone no era acertado. Los correspondientes no hablaron, no escribieron ni se miraron el uno al otro, pero él admite libremente que la prueba era más una prueba de concepto que algo más y la técnica todavía tiene mucho por mejorar. “Es, aún, muy temprano”, opina, “pero podemos demostrar que esto es posible con la tecnología disponible. Esta es la diferencia entre conversar por teléfono y enviar el alfabeto morse. Para ir a donde vamos, es necesario tomar muchos primeros pasos.”
Aunque las pruebas vayan por un nivel muy precoz, la telepatía no es sólo una esperanza para las personas con anomalías del lenguaje, sino que también podría ayudarnos a encontrar una manera más eficaz de comunicarnos. Además, históricamente, el lenguaje ha sido un factor trascendental es nuestro proceso de evolución, ayudándonos a transmitir nuestras ideas de una manera más precisa.
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