¿Qué sucede cuando los humanos toman DMT?

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Entre las más poderosas sustancias enteogénicas que permiten a los humanos sobrepasar su ego y echar un vistazo a lo divino está la dimetiltriptamina, mejor conocida como DMT. La DMT es el principal ingrediente activo en la ayahuasca, el brebaje psicodélico tradicionalmente usado en ceremonias espirituales por gente nativa del Amazonas

Conocimiento científico de los efectos de la DMT era escaso antes del innovador estudio publicado en 1994 en los Archivos de Psiquiatría General y conducido por Rick Strassman, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Nueva México de la Escuela de Medicina. En el momento, era la primera investigación humana con psicodélicos aprobada en 20 años debido a las prohibiciones del gobierno de los Estados Unidos y el estigma general sobre las sustancias.

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Durante el estudio, los investigadores administraron DMT a 12 sujetos y luego los entrevistaron sobre sus experiencias. En contraste con un viaje de ayahuasca, el cual puede durar muchas horas, los sujetos que tomaron DMT directamente reportaron que el viaje inició inmediatamente, alcanzando su punto máximo en dos minutos y concluyendo en media hora. Durante el viaje, los sujetos afirman haber visto rápidas y coloridas imágenes en movimiento y haber sentido una fuerte acometida, conduciendo a un estado disociado, con euforia alternando con ansiedad. Aproximadamente la mitad de las personas que tomaron DMT dijeron que escucharon efectos auditivos también.

La DMT fue administrada via intravenosa y los investigadores no intentaron interrogar a los sujetos hasta que el viaje hubiese finalizado, permitiéndoles asimilar toda la experiencia de la sustancia sin interrupciones. Una persona bajo los efectos de la DMT dijo, «intenté cerrar los ojos pero veía las mismas cosas con los ojos cerrados que como lo hacía con los ojos abiertos.» Otros describieron vívidas visiones tales como «un fantástico pájaro,» «un árbol de vida y conocimiento,» «un salón de baile con candelabros de cristal,» figuras humanas y aliens (tales como «una pequeña criatura redonda con un ojo grande y otro pequeño, sobre pies casi invisibles»), «el interior de las juntas de una computadora,» «conductos,» «doble hélices del ADN,» «un diafragma pulsante,» «un disco giratorio dorado,» «túneles y escaleras.»

At the end of the journey, most subjects said they still saw geometric patterns overlaying their normal field of vision. Some said that they felt exposed to new ideas and concepts about their personal and professional lives. One reported, “It didn’t feel like my normal mode of thinking. You know how schizophrenics talk about different meanings to things? A leaf on the ground takes on new meaning, and they get into it in a big way? That kind of thing.”

Al final del viaje, la mayoría de los sujetos dijeron que aún veián patrones geométricos cubriendo su campo normal de visión. Algunos dijeron que se sentían expuestos a nuevas ideas y conceptos sobre su vida personal y profesional. Uno reportó, «no se sintió como mi modo normal de pensamiento. ¿Sabes como los esquizofrénicos hablan sobre diferentes significados de las cosas? ¿Una hoja en el suelo adquiere un nuevo significado y se meten en ella a lo grande? Ese tipo de cosa.»

«Esta información cuantitativa clínica y preliminar provee las bases para una caracterización psicofarmacológica más profunda de las propiedades de la DMT en los humanos,» el estudio concluye. «También pudiese ser usada para comparar los efectos de otros agentes que afectan receptores cerebrales relevantes en poblaciones voluntarias y psiquiátricas.»

En este y otros estudios, Strassman y su equipo terminaron trabajando con 60 voluntarios en total, proporcionando una base de conocimiento acerca de la DMT que había estado previamente ausente del registro científico. En las dos décadas que siguieron a los estudios, se han llevado gradualmente investigaciones con otros psicodélicos y el público está comenzando a ganar consciencia de su eficacia a la hora de tratar varios tipos de trastornos mentales.

The DMT study, although not focused on therapeutic effects, cracked open the door to government-sanctioned research. “I recognized the importance of my work for the future of American psychedelic studies, and I wanted to make certain that it was performed in broad daylight,” the scientist said in an interview with VICE. “That way I felt the responsibility was shared among everyone involved in the process.”

El estudio con DMT, aunque no se concentró en sus efectos terapéuticos, abrió las puertas para investigaciones aprobadas por el gobierno. «Reconocí la importancia de mi trabajo para el futuro de estudios psicodélicos americanos y quería asegurarme de que se realizara en plena luz del día,» dijo el científico en una entrevista con VICE. «De esa manera sentí que la responsabilidad era compartida entre todas las personas envueltas en el proceso.»

Strassman pasó a escribir el libro DMT: La Molécula del Espíritu sobre su investigación y experiencia, concluyendo, «es muy importante que entendamos la conciencia. Es igualmente importante ubicar a las drogas psicodélicas en general, y a la DMT en particular, en una matriz personal y cultural donde hagamos el mayor bien y el menor daño.»

Un documental basado en el libro fue subsecuentemente publicado en 2010:

Via Reset.me

Las 23 cosas que Terence McKenna mejor dijo, desde cannabis, psicodélicos, y la legalización hasta la naturaleza, el lenguaje, y el sexo

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A los 25 años, un amigo me introdujo a «Surfing Finnegans Wake,» en la cual un hombre da una conferencia de tres horas sobre la experiencia psicodélica y disolvente de barreras de leer a James Joyce. Recuerdo pensar que su voz sonaba extraterrestre. Era Terence McKenna. Esta es una cita de la charla, la cual espero sea impresa sobre la próxima cubierta de Finnegans Wake: «Este [Finnegans Wake] se acerca como nadie lo hizo a apretar los contenidos enteros del universo en aproximadamente 14 pulgadas cúbicas.»

Un año más tarde, habiendo olvidado a McKenna, encontré el Psychedelic Salon, un podcast presentado por un hombre amigable llamado Lorenzo. Tenía cientos de charlas archivadas dadas por lo que parecía ser una comunidad de personas dedicada a los psicodélicos y a movimientos contraculturales. No estaba preparado para descubrir la obra de McKenna. Era, y aún es, por vía de estas conferencias y sus libros, uno de los más reconocidos psiconautas en la historia reciente (allá arriba con Timothy Leary y Alexander Shulgin).

En sus trabajos, queda claro que McKenna era un estudiante de muchas cosas además de botánica y enteógenos. Era un hombre del renacimiento, capaz de dar charlas sobre literatura, historia, filosofía occidental y oriental, lingüística, antropología, ecología, chamanismo, química, biología. Tenía conocimientos acerca de nuestra experiencia colectiva como criaturas tecnológicas, y predijo un mundo futuro de realidad virtual y simulación. Falleció en el año 2000. Era un contador de historias, un feminista, y un ambientalista. Una buena cantidad de sus charlas se encuentran disponibles en línea aquí, en YouTube, y en el Psychedelic Salon.

McKenna promovía la «legalización de la naturaleza.» Pensaba que era peligroso restringir el acceso a cualquier planta medicinal. Pero no era ignorante sobre la naturaleza adictiva de la heroína y la cocaína, invenciones modernas que requieren regulación.

De los pocos pensadores psicodélicos cuyas extrañas ideas violaron la guardia blanda de la corriente principal, la facilidad de McKenna con el lenguaje lo separa del resto. Se hacía querer por la comunidad psicodélica por vía de sus asombrosas descripciones del DMT, las cuales ayudaron a ensamblar un nuevo vocabulario psicodélico.

Está el problema de la Teoría de la Onda de Tiempo, donde, combinando eventos históricos con el I Ching, predijo el fin del mundo (o el «inicio,» no está claro) para el 21 de diciembre de 2012. Hubieron fiestas irónicas aquella noche, y como el mundo no terminó, quizá fue una broma premeditada para evitar convertirse en una figura de culto, una semilla de duda para el devoto.

Es una cosa rara y valiente exponer verdades personales idiosincráticas. McKenna hizo de ello una carrera. Imagino que McKenna es como un bote en el mar. Está solitario, probablemente, pero también es libre de nuestra rutina y la dominante cultura occidental. No hay muchas personas excepto tus botes compañeros. Otros marineros se encuentran lejos y son pocos. Esa es la vida de un explorador. McKenna tocó tierra en alguna parte, conoció unos pequeños elfos, y regresó para contarnos sobre eso. Y ahora, muchos otros han tomado la iniciativa de McKenna, tripulando sus propias expediciones hacia la psique.

Recomiendo experimentar; permítete un momento para pasear por la tierra élfica de las famosas descripciones de DMT de McKenna. Captura la experiencia psicodélica de una manera que definitivamente jamás ha sido escrita en la historia de la humanidad. Estoy seguro de ello. Te recordará que el mundo es extraño y mágico. Sus ideas agrandan, se agregan a, aumentan y crean complejidad. McKenna se encontraba entre los mejores en eso. Tenía un ethos de novedad.

He reunido estas citas para darte una buena idea de la variedad de cosas sobre las que McKenna pensaba. Si quieres más, recomiendo leer uno de sus libros o explorar las muchas horas de charlas en línea.

Sobre el cannabis

«El cannabis es un anatema para la cultura dominante porque decondiciona o desacopla a los usuarios de valores aceptados. Por su efecto subliminalmente psicodélico, el cannabis, cuando se ejerce como un estilo de vida, poner a la persona en contacto intuitivo con patrones de comportamiento menos orientados al cumplimiento de objetivos y menos competitivos. Por estas razones la marihuana no es bienvenida en el ambiente de la oficina moderna, mientras una droga como el café, la cual reforza los valores de la cultura industrial, es tanto bienvenida como alentada. El uso de cannabis es sentido correctamente como herético y profundamente infiel a los valores de la dominancia masculina y jerarquía estratificada. La legalización de la marihuana es por eso un problema complejo, ya que implica legitimar un factor social que pudiese mejorar o incluso modificar valores dominados por el ego.»

«No hay duda de que el cannabis es trivializado como un producto y es degradado por la designación de «droga recreacional,» pero tampoco hay duda de que cuando es usado ocasionalmente en un contexto de ritual y expectativa culturalmente reforzada de transformación de la conciencia, el cannabis es capaz de casi cualquier gama de efectos psicodélicos asociados con los alucinógenos.»

«Disminuye el poder del ego, tiene un efecto mitigante en la competitividad, le hace a uno cuestionar la autoridad, y reforza la noción de la meramente relativa importancia de valores sociales.»

«Si cada alcohólico fuese un «marihuanero,» si cada usuario de crack fuese un «marihuanero,» si cada fumador fumase sólo cannabis, las consecuencias sociales del «problema de las drogas» serían transformadas.»

Sobre la ayahuasca

«La palabra ayahuasca es una palabra quechua que aproximadamente se traduce como «liana de los muertos» o «liana de almas.»

«Las personas nativas de la región del Amazonas han explotado brillantemente estos hechos en su búsqueda de técnicas para acceder a las dimensiones mágicas cruciales al chamanismo. Combinando, en la ayahuasca, plantas que contienen DMT con plantas que contienen inhibidores de monoamino oxidasa (MAO), han explotado durante mucho tiempo un mecanismo farmacológico, inhibición de la MAO, no descrita por la ciencia occidental hasta los años 50.»

«Son temas y alucinaciones orientadas hacia el mundo orgánico y natural, en marcado contraste con los motivos titánicos, extraterrestres, y fuera del planeta que caracterizan el flash de DMT.»

«La experiencia inducida por ayahuasca incluye tapices extremadamente ricos de alucinación visual que son particularmente susceptibles a ser «impulsados» y dirigidos por el sonido, especialmente sonido producido vocalmente.»

«Los ayahuasqueros usan el sonido y sugerencia para dirigir las energías de sanación hacia partes del cuerpo y aspectos no examinados de la historia personal de un individuo donde la tensión psiquiátrica ha venido a descansar. A menudo estos métodos exhiben paralelismos sorprendentes con técnicas de psicoterapia moderna; otras veces parecen representar una comprensión de posibilidades y energías aún no reconocidas por teorías occidentales de sanación.»

Sobre la legalización

«Se decía que las mujeres no podían votar porque la sociedad sería destruída. Antes de eso, los reyes no podían ceder poder absoluto porque resultaría en un caos. Y ahora nos dicen que las drogas no pueden ser legalizadas porque la sociedad se desintegraría. ¡Estas son tonterías!»

«Estamos descubriendo que los seres humanos son criaturas de hábito químico con la misma horrorizada incredulidad como cuando los victorianos descubrieron que los humanos son criaturas de fantasía sexual y obsesión. Este proceso de enfrentarnos a nosotros mismos como una especie es una precondición necesaria para la creación de un orden social y natural más humano.»

«No saber la verdadera identidad de uno es ser una cosa loca, sin alma—un golem. Y, ciertamente, esta imagen, repugnantemente orwelliana, aplica a la masa de seres humanos que ahora viven en las democracias industriales de alta tecnología. Su autenticidad yace en su habilidad de obedecer y seguir los cambios de estilo en masa que son transmitidos a través de los medios.»

«Creo que el fracaso de nuestra civilización de aceptar el problema de las drogas y comportamiento destructivo habitual es un legado de infelicidad para todos nosotros. Pero si reconstruyésemos suficientemente nuestra imagen del yo y el mundo, pudiéramos hacer de la psicofarmacología la materia de nuestras más grandes esperanzas y sueños.»

Sobre el DMT

«Bajo la influencia de DMT, el mundo parece un laberinto arábe, un palacio, una más que posible joya marciana, vasta con motivos que inundan la mente abierta con asombro complejo y sin palabras.»

«La extraordinaria facilidad con que el DMT destruye totalmente todas las barreras y transporta a uno de una manera convincente e imposible de anticipar a la Otra dimensión es uno de los milagros de la vida misma. Y este primer milagro es seguido por un segundo: la completa facilidad y simplicidad con la que los sistemas de enzimas en el cerebro reconocen las moléculas de DMT en la sinapsis.»

«Al estar intoxicada por DMT, la mente se encuentra en un extraño mundo convincentemente real, aparentemente coexistente. No un mundo sobre nuestros pensamientos, nuestras esperanzas, nuestros miedos; más bien, un mundo sobre los pícaros—sus alegrías, sus sueños, su poesía. ¿Por qué? No tengo ni la menor idea.»

Sobre psicodélicos en general

«La principal lección a ser aprendida de la experiencia psicodélica es el grado al que valores culturales no examinados y limitaciones del lenguaje nos han hecho los prisioneros involuntarios de nuestras propias asunciones.»

«Mediante los psicodélicos estamos aprendiendo que Dios no es una idea, Dios es un continente perdido en la mente humana.»

«Las plantas son el enlace perdido en la búsqueda para entender la mente humana y su lugar en la naturaleza.»

Sobre la naturaleza

«La naturaleza no es nuestro enemigo que debe ser violado y conquistado. La naturaleza es nosotros mismos que debe ser apreciada y explorada. El chamanismo siempre ha sabido esto, y el chamanismo siempre ha, en sus más auténticas expresiones, enseñado que el camino requería aliados. Estos aliados son las plantas alucinógenas y las misteriosas entidades, luminosas y trascendentales, que residen en esa dimensión cercana de belleza extática y comprensión que hemos negado hasta que ahora es casi demasiado tarde.» — Food of the Gods, 1992

Sobre los pulpos

«La naturaleza, en su riqueza evolutiva y morfogenética, ha ofrecido un modelo irresistible para seguir en la tarea chamánica de resacralización y autotransformación que yace delante. La imagen animal totémica para que el futuro humano forme es el pulpo. Esto es porque los cefalópodos, los calamares y pulpos, aunque parezcan criaturas humildes, han perfeccionado una forma de comunicación que es tanto psicodélica como telepática—un modelo inspirador para las comunicaciones humanas del futuro.» — Food of the Gods, 1992

Sobre el lenguaje

«La formación de símbolos humanos, facilidad lingüística, y sensibilidad a los valores de la comunidad puede que cambien bajo la influencia de metabolitos psicoactivos fisiológicamente activos.»

Sobre el sexo

«Luego hicimos el amor. O más bien, tuvimos una experiencia que estaba vagamente relacionada a hacer el amor pero que era una cosa por sí misma. Los dos estábamos aullando y cantando en la glosolalia del DMT, rodando sobre la tierra con todo inundado por alucinaciones geométricas. Ella se vió transformada; palabras existen para describir en lo que se convirtió—anima pura, Kali, Leucótea, algo erótico pero no humano, algo dirigido a la especie pero no al individuo, resplandeciendo con la posibilidad de canibalismo, locura, espacio, y extinción. Parecía estar a punto de devorarme.»

«La realidad se hizo añicos. Este tipo de cogida ocurre en el límite mismo de lo que es posible. Todo había sido transformado en orgasmo y océanos visibles y parlantes de lenguaje elfo. Entonces vi que donde nuestros cuerpos estaban pegados, había una corriente, fuera de ella, sobre mi, sobre el suelo del techo, fluyendo por todas partes, algún tipo de líquido obsidiano, algo oscuro y resplandeciente, con colores y luces dentro. Después del flash de DMT, despues del ataque de orgasmos, después de todo eso, esta cosa me sacudió hasta el centro. ¿Qué era este fluido y qué estaba sucediendo? Lo observé. Miré directamente hacia él, y era la superficie de mi propia mente reflejada al frente de mi. ¿Era materia translingüística, la excrecencia viviente y opalescente del abismo alquímico del hiperespacio, algo generado por el acto sexual realizado bajo tales condiciones disparatadas? Lo miré de nuevo y ahora ví en él el lama que me enseñó tibetano, que habría estado dormido a una milla de distancia. En el fluido lo ví, en la compañía de un monje que nunca había visto; estaban mirando por una placa de espejo. ¡Luego me di cuenta de que me estaban observando! No podía entenderlo. Alejé la mirada del fluido y de mi compañera, tan intensa era su aura de rareza.» — True Hallucinations, 1994

Via Reset.me

¿Cómo el DMT conecta la conciencia al reino de lo divino?

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El compuesto psicodélico y sospechado neurotransmisor dimetiltriptamina, o DMT, tiene una habilidad peculiar para brindarle al buscador o viajero una experiencia muy única de los que muchos se refieren como el «reino de los espíritus,» o una realidad no material que existe separadamente de lo que típicamente asociamos con existencia. Para clarificar, es un reino de experiencia en la cual un participante puede viajar a un tipo de espacio interno que parece tan real, si no más real que la realidad diaria. ¿Qué se encuentra en la raíz de esta experiencia que la gente reporta trasciende el lenguaje?

Hay reportes consistentes de usuarios conectándose a un «reino de lo divino» o una dimensión espiritual. Como sabemos por muchas experiencias místicas grabadas de monjes budistas, yogis, y otros devotos a la práctica espiritual, esta experiencia espiritual puede ser alcanzada por otros medios aparte del consumo de DMT, pero por procesos naturales como la meditación, yoga, y otras prácticas espirituales. Sin embargo, el DMT parece inducir un estado de conciencia que le permite a uno experimentar el mismo reino divino que las prácticas espirituales aspiran alcanzar.

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Muchos investigadores sospechan que el DMT se libera en exceso al momento del nacimiento y la muerte. En esta teoría, el DMT inunda el cerebro al momento de trauma intenso o la muerte, permitiéndole al individuo tener un repaso de su vida o ver, según los reportes, una brillante y celestial luz. Parece que el DMT pudiera estar en la raíz de experiencias religiosas, meditativas, y extracorporales. En caso de ser así, tendría sentido que cuando un químico es ingerido, fumado u oralmente, el efecto sería similar al de una experiencia cercana a la muerte o al del alcance del reino de lo divino. Pero, ¿qué es el reino divino o espiritual?

Los usuarios de DMT con frecuencia reportan (así como los devotos espirituales) que hay otros mundos a nuestro alrededor de nosotros todo el tiempo. A medida que entramos a estos estados a través de los cuales se perciben estos mundos, un sentido de unidad con todo y amor incondicional. ¿Pudiera esto sugerir que nuestra propia conciencia es la puerta que bloquea el mundo espiritual de nuestra realidad diaria? A medida que uno se conecta con un estado espiritual de conciencia, se cree que nos reconectamos con la conciencia universal, la cabeza de dios, o el creador, y podemos extraer información, conocimiento, y experiencias de esa dimensión para usar mientras salimos de la experiencia.

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Muchas personas han descrito experiencias con DMT en las que entran en contacto con extraterrestres, elfos, ángeles, etc. Estas palabras diferentes usadas para describir las entidades del mundo espiritual muy bien pudieran ser barreras del lenguaje sociales. Pudiéramos imaginar que el mundo de los espíritus está lleno de muchos otros espirítus de todas formas, tamaños, colores, y texturas. Nosotros, como sociedad, realmente no tenemos un nombre para estas entidades que vemos, por lo tanto nuestro cerebro interpreta la experiencia basándose en un esquema ya existente en el que usamos palabras que tienen valor limitado para la experiencia real. Eso, sin embargo, no infiere que estas experiencias no son reales. El estado espiritual y el tener experiencias espiritaules impacta la vida de uno de una manera que uno puede que no haya experimentado antes.

Via Timewheel

El DMT esta haciendo más por las creencias después de la vida que las religiones en la sociedad actual

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Las experiencias inducidas por la Dimetiltriptamina (DMT) pueden estar haciendo mas sobre las creencias después de la vida que las convencionales formas que han tenido las religiones en las recientes décadas. Muchos de los testimonios de personas que han atravesado los «Planos Astrales» a través del DMT, ya sea a través del consumo, una secreción pineal durante un despertar Kundalini o una experiencia cercana a la muerta, describen un especie de despertar espiritual, a menudo regresan a la conciencia ordinaria con nuevos sentimientos y pensamientos sobre la vida física y la existencia en el universo. Para algunos, en este despertar se encontraron con una visión de una vida futura y la existencia mas allá de la forma física.

«El DMT es responsable de proporcionar a los usuarios un poderoso viaje en el cual a menudo experimentan una presencia de seres calmantes que se consideran son una capa subyacente de la realidad, lo cual expone la idea de que la información que percibimos a través de nuestros sentidos físicos es limitada. Cuando la gente realiza esta profunda conexión y compresión de que hay mas de lo que nuestros sentidos pueden experimentar empiezan a sospechar que capaz hay algo mas allá de la vida física». Profesor Rick Strassman

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Podría decirse que la mas poderosas de las experiencias de DMT seria las experiencias cercanas a la muerte, ya que ocurren de repente, involuntariamente y sin previo aviso. En el momento de una experiencia cercana a la muerte  por razones aun no tienen explicación, la glándula pineal provee al cerebro con una ráfaga de DMT enviando al individuo en lo que parece una intensa eternidad, realización espiritual o una tranquilidad a menudo asociadas con las experiencias descritas como una conexión con lo divino o búsqueda de la paz en la luz. Muchos sobrevivientes de las experiencias cercanas a la muerte han dado informes de regresar a la coherencia con poderosos sentimientos de :

-El Amor incondicional, tanto así que el individuo se cambia a si y se siente obligado a compartir su amor con los demás.

-La Atemporalidad, la habilidad de estar plenamente en el presente y operar en el flujo de la vida en lugar de estar cumpliendo una agenda muy apretada.

-La Reencarnacion, los sobrevivientes a estas experiencias cercanas a la muerte antes de estas no creían en la reencarnación o la vida después de la muerte, muchos han cambiado estas creencias después del despertar.

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«Las palabras no pueden realmente describir la magnitud del amor experimentado que todo lo consume al estar en la luz. Y no solo el amor, si no la perfección, la paz, la serenidad, la tranquilidad y la belleza. Sentía que estaba seguro en casa. Yo estaba demasiado impresionado con esta experiencias.» -Ken Mullans, sobreviviente de una experiencia cercana a la muerte.

Estos poderosos, personales y sacramentales  experiencias que la dimetiltriptamina puede proporcionar a un individuo han sido fuente de orientación espiritual a lo largo de la historia humana. Los seres humanos han estado experimentando con ejercicios pineales, despertando el sistema nervioso y abriendo su tercer ojo por curiosidad a estos misteriosos momentos de claridad espiritual desde antes de los antiguos Egipcios.

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Comparación del Ojo Egipcio de Re (Ra) o el Ojo de Horus y la Glándula Pineal Humana

Lo que plantea la mayoría de las preguntas es si estas poderosas experiencias visuales, auditivas e interactivas son producidas dentro de la mente de uno, ¿Por que la gran mayoría de las experiencias tienen similitudes subyacentes? Basado en ilustraciones antiguas, practicas tradicionales y las cuentas tomadas de los siglos pasados, muchas experiencias de DMT a lo largo de la historia tienen temas y atisbos de un reino espiritual comúnmente descritos similares. ¿Como puede ser esto posible si en realidad la experiencia se produce en la mente individual? ¿Es mas probable que la sustancia del DMT sea capaz se separar temporalmente la conciencia de su canal físico y concederles un acceso temporal consciente de una existencia mas allá de  nuestro mundo físico?

«Yo he orado por años he ido a iglesias y nunca he tenido nada cercano a una experiencia religiosa antes, pero cuando fume DMT fue como si alguien llegara y pasara «mira detrás de la cortina», recogió nuestra realidad recibida y se fue «que es la realidad.»» – Niall O’hara catolico formado de 80 años de London

«No tengo absolutamente ningún tipo de miedo a la muerte. De mi investigación cercana a la muerte y mis experiencias personales, la muerte es, a mi juicio, una simple transición a otro tipo de realidad.» Dr. Raymon Moody

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Fuente: TimeWheel

Transcripción del capítulo «Alucinógenos De La Familia Triptamina Y La Conciencia» de «The Archaic Revival» de Terence McKenna

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Esta es una traducción no oficial. Por lo tanto, algunos fragmentos han sido parafraseados y puede que se pierda algo del significado original en el proceso de traducción.

Hay un lugar muy circunscrito en la naturaleza orgánica que tiene, pienso, importantes implicaciones para estudiantes de la naturaleza humana. Me refiero a los alucinógenos derivados del triptófano: dimetiltriptamina (DMT), psilocibina, y una droga híbrida que está en uso aborigen en las selvas tropicales de Suramérica, ayahuasca. Esta última es una combinación de dimetiltriptamina y un inhibidor de monoamino oxidasa que es tomado oralmente. Parece apropiado hablar sobre estas drogas cuando discutimos la naturaleza de la conciencia; también es apropiado cuando discutimos la física cuántica.

Es mi interpretación que la mayoría de los fenómenos de la mecánica cuántica que todos experimentamos, aparte de la conciencia de vigilia en sí misma, son sueños y alucinaciones. Estos estados, al menos en el sentido limitado que me concierne, ocurren cuando grandes cantidades de varios tipos de radiación transmitidas hacia el cuerpo por los sentidos son limitados. Luego vemos imágenes interiores y procesos interiores que son psicofísicos. Estos procesos definitivamente se originan en el nivel mecánico cuántico. Ha sido demostrado por John Smythies, Alexander Shulgin, y otros que hay correlaciones mecánico cuánticas a los alucinógenos. En otras palabras, si un átomo en un anillo molecular de un compuesto inactivo es movido, el compuesto se vuelve altamente activo. Para mi esto es una perfecta prueba del enlace dinámico en el nivel formativo entre materia y mente descritos mecánico cuánticamente.

Los estados alucinatorios pueden ser inducidos por una variedad de alucinógenos y anestésicos disociativos, y por experiencias como ayuna y otras pruebas. Pero lo que hace a la familia de compuestos de la familia triptamina específicamente interesantes es la intensidad de las alucinaciones y la concentración de actividad en la corteza visual. Hay una inmensa vividez en estos paisajes interiores, como si información estuviese siendo presentada en tres dimensiones y desplegada en cuatro dimensiones, codificada como luz y como superficies en evolución. Cuando uno confronta estas dimensiones, uno se vuelve parte de una relación dinámica relativa a la experiencia mientras se intenta decodificar lo que está diciendo. Este fenómeno no es nuevo—las personas han estado hablando con dioses y demonios por mucho mas de la historia humana de lo que no lo han hecho.

Es únicamente el engreimiento de las sociedades post industrialistas científicas y tecnológicas lo que nos permite incluso plantear algunas de las preguntas que consideramos muy importantes. Por ejemplo, la cuestión del contacto con extraterrestres es un tipo de engaño basado en un número de asunciones que un momento de reflexión probarán son completamente falsas. Buscar expectantemente una señal de radio proveniente de una fuente extraterrestre es probablemente una presunción tan atada a la cultura como buscar un buen restaurante italiano en la galaxia. Y aún así, esta ha sido elegida como la avenida a través de la cual se asume que el contacto ocurrirá. Mientras tanto, hay personas en todo el mundo—psíquicos, chamanes, místicos, esquizofrénicos— cuyas cabezas están llenas de información, pero que han sido designadas a priori como irrelevantes, incoherentes, o locas. Solo aquello que es validado por medio de un consenso a través de ciertas instrumentalidades sancionadas serán aceptadas como señal. El problema es que en realidad estamos tan inundados de estas señales—estas otras dimensiones— que hay una gran cantidad de ruido en el circuito.

No es un gran logro oír una voz en la cabeza. El verdadero logro es asegurarse de que te está diciendo la verdad, porque los demonios vienen en muchas formas. «Algunos están hechos de iones, otros de mente; los que son de ketamina, descubrirás, tartamudean a menudo y son ciegos.» La reacción a estas voces no es arrodillarse en genuflexión ante un dios, porque entonces serás como Dorothy en su primer encuentro con Oz. No hay dignidad en el universo a menos que confrontemos estas cosas de pie, y eso significa tener una relación Yo/Tú. Uno le dice al Otro: «Tú dices que eres omnisciente, omnipresente, o dices que eres de Zeta Reticuli. Hablas mucho, pero ¿qué puedes mostrarme?» Magos, personas que invocan estas cosas, siempre han entendido que uno debe ir a estos encuentros con entendimiento sobre uno mismo.

¿Qué tiene que ver la comunicación extraterrestre con esta familia de compuestos alucinógenos que deseo discutir? Simplemente esto: que la única fenomenología presentacional de esta familia de compuestos ha sido pasada por alto. La psilocibina, a pesar de ser rara, es la más conocida de estas sustancias abandonadas. La psilocibina, en las mentes del público no informado y a los ojos de la ley, se engloba junto con el LSD y la mescalina, cuando de hecho cada uno de estos compuestos es un universo definido fenomenologicamente en sí mismo. La psilocibina y el DMT invocan el Logos, aunque el DMT es más intenso y más breve en su acción. Esto significa que ellos trabajan directamente en los centros de lenguaje, así que un aspecto importante de esta experiencia es el diálogo interior. Tan pronto como uno descubre esto sobre la psilocibina y sobre las triptaminas en general, uno debe decidir si abrir o no el diálogo e intentar darle sentido a la señal entrante.  Esto es lo que he intentado.

Yo me considero un explorador y no un científico, porque el área que estudio contiene datos insuficientes para apoyar siquiera el sueño de ser una ciencia. Estamos en una posición comparable a la de los exploradores que trazan el mapa de un río y sólo señala otros ríos que fluyen hacia él; debemos dejar muchos ríos sin ascender y de esta manera no podemos decir nada sobre ellos. Esta colección de datos Baconiana, sin asunciones sobre que pudiera arrojar eventualmente, me ha llevado a un número de conclusiones que no anticipé. Tal vez por reminiscencia puedo explicar lo que quiero decir, porque en este caso el describir experiencias pasadas plantea todos los problemas.

Experimenté con DMT por primera vez en 1965; incluso en ese entonces era un compuesto con el que raramente uno se topaba. Es sorprendente cuántas pocas personas están familiarizadas con él, porque vivimos en una sociedad que está absolutamente obsesionada con todo tipo de sensación imaginable y que adora cada terapia, cada intoxicación, cada configuración sexual, y todas las formas de sobrecarga de los medios de comunicación. Sin embargo, sin importar cuán hedonistas o perseguidores de lo bizarro podamos ser, nos damos cuenta que el DMT es demasiado. Es, como dicen en español, bastante, es suficiente—tan suficiente que es demasiado. Una vez fumado, la experiencia comienza en aproximadamente quince segundos. Uno cae inmediatamente en un trance. Los ojos de uno se cierran y uno oye un sonido como de celofán rasgado, como si alguien arrugase películas de plástico y las arrojase. Un amigo mío sugiere que es nuestra entelequia de radio arrancando de la matriz orgánica. Un tono ascendiente es oído. También presente está la modalidad alucinógena normal, una superficie geométrica de formas coloridas cambiantes. En el sitio sináptico de actividad, todos los sitios de unión disponibles están siendo ocupados, y uno experimenta el cambio de modo en un período de unos treinta segundos. En ese punto uno llega a un lugar que desafía descripción, un espacio que tiene un sentimiento de estar bajo tierra, o de alguna manera insulado y abovedado . En Finnegans Wake tal espacio se conoce como el «merry go raum,» de la palabra alemana raum, para espacio. La sala en realidad está dando vueltas, y en ese espacio uno se siente como un niño, aunque uno ha salido a alguna parte en la eternidad.

La experiencia siempre me recuerda al vigésimo cuarto fragmento de Heráclito: «El Aeon es un niño que juega con bolas de colores.» Uno no solo se vuelve el Aeon que juega con bolas de colores pero tambien se encuentra con entidades. En el libro escrito por mi hermano y mi persona, The Invisible Landscape, los describo como máquinas elfas autotransformables, porque eso es lo que parecen. Estas entidades están retorciendo dinámicamente modulos topológicos que son de alguna manera distintos del fondo circundante, el cual está a su vez experimentando una transformación continua. Estas entidades me recuerdan a la escena en la versión de la película El Mago de Oz luego de que los Munchkins vienen con un certificado de muerte para la Bruja del Este. Todos ellos tienen voces muy chillonas y cantan una pequeña canción acerca de estar «completa y absolutamente muertos.» Los Munchkins triptamínicos vienen, estas entidades dimensionales, y bañan a uno en amor. No es erótico pero es sincero. Ciertamente se siente bien. Estos seres son como reflexiones fractales de alguna parte previamente escondida pero repentinamente autónoma de nuestra propia psique.

Y están hablando, diciendo, «No te alarmes. Recuerda, y haz lo que estamos haciendo.» Una de las características interesantes del DMT es que a veces inspira miedo—esto marca la experiencia como existencialmente auténtica. Uno de los enfoques interesantes para evaluar un compuesto es ver cuan ansiosa está la gente de consumirlo una segunda vez. Un toque de terror da el sello de validez a la experiencia porque significa, «Esto es real.» Leemos la literatura, sabemos acerca de las dósis máximas, la LD-50, etc. Pero sin embargo, tan grande es la fe de uno en la mente que cuando uno está allá fuera en ella uno llega a sentir que las reglas de la farmacología realmente no aplican y que el control de existencia en ese plano es realmente cuestión de voluntad y buena suerte.

No estoy diciendo que hay algo intrínsecamente bueno sobre el terror. Estoy diciendo que, dada la situación, si uno no está aterrorizado entonces uno debe estar de alguna manera fuera de contacto con la dinámica completa de lo que está sucediendo. No sentirse aterrado significa que uno es un tonto o que uno ha tomado un compuesto que paraliza la habilidad de sentirse aterrado. No tengo nada en contra del hedonismo, y ciertamente saco algo de ello. Pero la experiencia debe mover el corazón de uno, y no lo moverá a menos que trate con los asuntos de la vida y la muerte. Si trata con la vida y la muerte lo llevará a uno al miedo, a lágrimas, a risas. Estos lugares son profundamente extraños y ajenos.

Los elfos fractales parecen ser tranquilizadores, diciendo, «No te preocupes, no te preocupes, haz esto, observa esto.» Mientras tanto, uno está completamente «allí.» El ego está intacto. Los reflejos de miedo están intactos. Uno no se siente «fuera de cabos» en lo absoluto. Consecuentemente, la reacción natural es asombro; profundo asombro que persite y persiste. Uno respira y persiste. Los elfos están diciendo, «No entres en un ciclo de asombro que reprima tu habilidad para entender. Intenta no estar sorprendido. Intenta concentrarte y ver lo que estamos haciendo.» Lo que están haciendo es emitir sonidos como música, como lenguaje. Estos sonidos pasan sin ningún momento cuantificado de distinción—como Filón el Judío dijo que el Logos haría cuando se volviera perfecto—de cosas oídas a cosas vistas. Uno oye y ve un lenguaje de significado extranjero que comunica información extranjera que no puede ser pasada al inglés.

Como monos que somos, cuando nos encontramos con un objeto translinguístico, un tipo de disonancia cognitiva se activa en nuestro rombéncefalo. Intentamos echar lenguaje sobre él y se derrama como agua de la espalda de un pato. Volvemos a intentar y volvemos a fallar, y esta disonancia cognitiva, este «wow» que se construye a partir de este objeto causa asombro, sorpresa, y admiración al borde del terror. Uno debe controlar eso. Y la forma de controlarlo es haciendo lo que las entidades te dicen que hagas, hacer lo que ellos hacen.

Menciono estos «efectos» para llamar la atención de los experiencialistas, sean chamanes o científicos. Hay algo que sucede con estos compuestos que no es parte del espectro presentacional normal de la experiencia con drogas psicodélicas. Cuando uno empieza a experimentar con la voz, fenómenos imprevistos son posibles. Uno experimenta glosolalia, aunque a diferencia de la glosolalia clásica, la cual ha sido estudiada. Los estudiantes de glosolalia clásica han medido piscinas de saliva de dieciocho pulgadas a lo largo del suelo de iglesias suramericanas donde la gente ha estado de rodillas. Luego de que la glosolalia clásica ocurre, los glosolaliastas se dan la vuelta para preguntar a la gente cercana, ¿Lo hice? ¿Hablé en otra lengua? Este fenómeno inducido con alucinógenos no es así; es simplemente un estado cerebral que permite la expresión del lenguaje ensamblador que yace tras el lenguaje, o un lenguaje primigenio del tipo que Robert Graves discutió en The White Goddess, o un lenguaje cabalístico del tipo descrito en el Zohar, un ur sprach primigenio que sale de uno mismo. Uno descubre que uno puede hacer que los objetos extraterrestres— estos complejos rotatorios de tres dimensiones de luz y color transformantes llenos de emociones y significado. Saber esto es como sentirse un niño. Uno está jugando con bolas de colores; uno se ha vuelto el Aeon.

Esto me ocurrió veinte segundos luego de fumar DMT en un día en particular de 1966. Estaba horrorizado. Hasta entonces pensaba que tenía mis categorías ontológicas intactas. Había tomado LSD antes, pero esto me llegó como un rayo de la nada. Luego de que la experiencia concluyó dije (y lo dije muchas veces), «No puedo creer esto; esto es imposible, esto es completamente imposible.» Había una declención de gnosis que demostró en un momento que justo aquí y ahora, a un quanta de distancia, hay un universo de inteligencia activa que es transhumano, hiperdimensional, y extrañamente ajeno. Lo llamo el Logos, y no hago juicios sobre él. Con frecuencia establezco un diálogo con él, diciendo, «Bueno, ¿qué eres? ¿Eres algún tipo de conciencia difusa que está en el ecosistema de la tierra? ¿Eres un dios o un extraterrestre? Muéstrame lo que sabes.»

Los hongos psilocibios también transportan a uno al mundo del hipercontinuum triptamínico. Ciertamente, la psilocibina es una triptamina psicoactiva. El hongo está lleno de respuestas a las preguntas que su propia presencia plantea. La verdadera historia de la galaxia en los últimos cuatro millones quinientos mil años es trivial para él. Uno puede acceder a imágenes de historia cosmológica. Tales experiences naturalmente plantean la cuestión de validación independiente—al menos durante un tiempo esta fue mi pregunta. Pero a medida que me fui familiarizando con las asunciones epistemológicas de la ciencia moderna, lentamente me di cuenta de que la estructura de la empresa intelectual del occidente es tan endeble en el centro que aparentemente nadie sabe nada con certidumbre. Fue entonces cuando me volví menos reacio a hablar sobre estas experiencias. Son experiencias, y como tales son información primaria para el ser. Esta dimensión no es remota, y sin embargo es tan inexpresablemente bizarra que pone en duda todas las asunciones históricas de la humanidad.

Los hongos psilocibios hacen las mismas cosas que el DMT, aunque la experiencia va creciendo durante una hora y se prolonga por un par de horas. Existe la misma confrontación con una inteligencia ajena y complejos de información translinguística extremadamente bizarros. Estas experiences fuertemente sugieren que hay alguna habilidad latente del cerebro/cuerpo que aún no ha sido descubierta; sin embargo, una vez descubierta, será tan obvia que caerá directo en la corriente principal de la evolución cultural. Me parece que el lenguaje es la sombra de esta habilidad o que esta habilidad sera una extensión adicional del lenguaje. Quizá un lenguaje humano es posible en el cual la intención de significado sea en realidad vista en espacio tridimensional. Si esto puede ocurrir en DMT, significa que es al menos, bajo ciertas circunstancias, accesible a los seres humanos. Dados diez mil años y una alta participación cultural en tal talento, ¿alguien duda que pudiera volverse una conveniencia cultural de la misma forma en que las matemáticas o el lenguaje se han vuelto una conveniencia cultural?

Naturalmente, como resultado de la confrontación con inteligencia ajena con intelecto organizado en el otro lado, muchas teorías han sido elaboradas. La teoría que yo propongo en Psilocybin: The Magic Mushroom Grower’s Guide, mantenía que el hongo era de hecho un extraterrestre. Sugerí que el hongo Stropharia Cubensis era una especie que no evolucionó en la tierra. Bajo el trance del hongo, me informaron que una vez que una cultura tiene completo entendimiento de su información genética, se rediseña a sí misma para su supervivencia. La version de rediseño del hongo Stropharia Cubensis es una estrategia de red miceliana cuando entra en contacto con superficies planetarias y una estrategia de dispersión de esporas como medio de irradiación a lo largo de la galaxia. Y, aunque me perturba cuan libremente el teorema de la no localidad de Bell es discutido, sin embargo el intelecto ajeno en el otro lado parece estar en posesión de un gran cuerpo de información sacada de la historia de la galaxia. Dice/dicen que esto no es nada inusual, que las concepciones de la inteligencia organizada de la humanidad y la dispersión de vida en la galaxia están sin esperanzas atadas a la cultura, que la galaxia ha sido una sociedad organizada por billones de años. La vida evoluciona bajo tantos diferentes regímenes de química, temperatura, y presión que buscar un extraterrestre que se siente y tenga una conversación contigo está condenado al fracaso. El problema principal al buscar extraterrestres es reconocerlos. El tiempo es tan vasto y las estrategias y entornos evolutivos tan variados que el truco está en saber que el contacto está siendo hecho. El hongo Stropharia Cubensis, si uno puede creer lo que dice en uno de sus humores, es un simbionte, y desea una simbiosis aún más profunda con la especie humana. Alcanzó una temprana simbiosis con la sociedad humana asociándose con ganado domesticado y a través de los nómadas humanos. Como las plantas que hombres y mujeres cultivaron y los animales que manejaron, el hongo fue capaz de inculcarse a sí mismo en la familia humana, de manera que donde los genes humanos fueran estos otros genes serían llevados.

Pero los clásicos cultos al hongo de Méjico fueron destruídos por la venida de la conquista española. Los franciscanos asumieron que tenían un monopolio absoluto de teopagía, el consumo de Dios; y aún así en el Nuevo Mundo se toparon con gente llamando al hongo teonanacatl, la carne de los dioses. Se pusieron a trabajar, y la Inquisición fue capaz de echar la vieja religión a las montañas de Oaxaca así que solo sobrevivió en unos pocos pueblos cuando Valentina y Gordon Wasson lo encontraron allí en los años 50.

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